miércoles, 25 de marzo de 2020

On 20:00 by Voluntarios Capuchinos in ,    No comments
La serenidad del encuentro con Jesús en la eucaristía trae paz a los corazones de nuestras navegantes. Su Madre y Pastora las acompaña en el transcurso del viaje, su presencia es notoria: la Divina Pastora de las Almas las conduce a su destino.




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