martes, 24 de mayo de 2016

On 21:17 by Voluntarios Capuchinos in    No comments
Y a pesar de todo el sufrimiento que vivió en este mundo, su corazón estaba siempre lleno de alegría, desbordaba en él, el gozo contagiante del Espíritu. Todo lo que hacia reflejaba su gran amor a Dios, pues todo quería que saliera a la perfección, trabajando como siervo de Cristo, haciendo de corazón la voluntad de Dios.


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